Carrusel

Carrusel: Altas y bajas en cada vuelta al sol.

Mi nombre es Tania, nací el 03 de Junio del 2005 en Bogotá D.C. Tengo 17 años, curso el grado décimo en la I.E.D Tecnológico de Madrid donde vivo actualmente. Mi proceso escolar desde pequeña ha sido muy bueno, a veces descuidada, sin embargo una de las mejores, la comunicación con mi familia es excelente, a excepción de mi familia paterna, aún así, siempre aprendo cosas nuevas de mis mayores, y de mis menores también, mis amistades son muy leales, soy una persona muy selectiva así qué no ofrezco mi amistad a cualquiera, en teoría, me alegro de ser una persona con una convivencia diaria muy sana.

Pasatiempos

Mis pasatiempos son variados, me gusta salir a caminar, quedarme a ver el atardecer, leer libros, tiempo de calidad con mis amigos y familia, oír música, ver películas y conversar con las personas con una taza de café. Sin embargo, tengo una pasión, la danza.

Practico la danza desde que tengo memoria, inicié con folclor casi a los 6 años, luego aprendí a bailar por mi cuenta los ritmos latinos (salsa, merengue, bachata) y a mis 12 años inicié en danza urbana, llevo 5 años en este arte y es realmente apasionante, entrando en detalles tengo una competencia a finales de Julio, con un grupo que lleva un proceso de un año apenas, del cual estoy muy orgullosa, bailar es algo que mueve mi espíritu y hace que mi corazón lata con mucha mas fuerza que lo hace comúnmente.

Ganadores de la competencia el año pasado

Pandemia

Tocando un tema global desde una perspectiva personal, la pandemia del año 2020 afectó de una manera tanto positiva como negativa.

La enfermedad que arrasó con el mundo, gracias a Dios no tocó mi hogar, tuvimos problemas económicos pero no fuimos afectados de manera tan brusca, tuve tiempo para madurar y reflexionar sobre mí misma, eso hizo que tuviera un cambio de mentalidad severo y un crecimiento espiritual masivo, adquirí nuevas responsabilidades y re organicé mis prioridades, cosa que agradezco demasiado.

Algo no tan bueno fue que, al adquirir nuevas responsabilidades y a la escasez de recursos monetarios, no pude pasar mi año escolar en ese entonces cursado (noveno grado). Mi mamá siempre ha sido muy comprensiva, así que me apoyó para el siguiente lograr mi promoción, no me gustó para nada el proceso de virtualidad fue muy aburrido, no fue práctico, y aunque los maestros hicieron lo posible por mejorar la comunicación, no fue lo mismo y todos detrás de las pantallas lo sentimos.

Retomar este proceso ha sido un poco tedioso, algo complejo, pero se hace el esfuerzo, se nota un cambio gigante en la manera de enseñar. Para finalizar, la infección propagada de manera global no fue nada positivo, sin embargo, a todos nos dejó muchas experiencias, cambios y reflexiones, sólo espero que el mundo al fin haya aprendido a no meterse con lo que no controlan.